Con 195 votos a favor y 112 en contra, el Senado de Francia aprobó este sábado la reforma de pensiones, a pesar del amplio rechazo de la ciudadanía.
A continuación la iniciativa de ley debe de tener el visto bueno de un comité conjunto de legisladores de las cámaras alta y baja para ser votada por la plenaria parlamentaria.
El instrumento legal contempla el incremento de la edad de jubilación (que ahora es a los 62 años) cada tres meses a partir del 1 de septiembre de 2023, y de aplicarse se ampliará a los 64 años en el 2030.
Se estima que el proceso cumpla todas las fases pese a las protestas en todo el territorio francés que han provocado enfrentamientos entre policías y manifestantes.
Este sábado, decenas de miles de franceses se movilizaron en las calles para expresar su rechazo a la propuesta gubernamental.
En un comunicado, la intersindical Unidad denunció el desprecio y la obstinación del presidente Emmanuel Macron, quien se ha negado a recibirla para abordar la iniciativa de ley.
El texto fue firmado por 15 organizaciones sindicales, entre ellas la Confederación General del Trabajo, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Fuerzas Obrera y Solidarios.
Los gremios demandan la consulta por parte del Ejecutivo, tomando en cuenta las jornadas de protesta nacional que desde el 19 de enero pasado han movilizado a cientos de miles de personas en todo el país.
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