Un beneficio legal poco difundido en Argentina permite a las empresas reducir costos laborales al emplear a personas que ya están en edad de jubilarse. La ley exime a los empleadores del pago de los aportes patronales por aquellos trabajadores que, habiendo cumplido los requisitos para acceder a la jubilación, deciden continuar en actividad. Esta medida busca incentivar la permanencia de personal experimentado en el mercado laboral, representando un ahorro directo para las compañías.
El caso de Alan Brozel, un jubilado de 74 años residente en España, expone la difícil realidad que enfrentan muchos pensionados. A pesar de haberse mudado al país para disfrutar de su retiro, el monto de su pensión mínima resulta insuficiente para cubrir sus gastos. Esta situación lo ha obligado a reincorporarse al mercado laboral para poder subsistir, evidenciando el desafío que representa la adecuación de los haberes previsionales frente al costo de vida.
Un consultor especializado en pensiones ha lanzado una advertencia sobre el futuro del sistema previsional en España. Según su análisis, si se mantienen las condiciones demográficas y económicas actuales, la edad de jubilación podría extenderse hasta los 72 años para el año 2050. Esta proyección subraya la creciente presión sobre los sistemas de seguridad social y la necesidad de debatir reformas estructurales para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
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